Una barredora eléctrica debe cumplir las normas y reglamentos aplicables, incluidos los requisitos internacionales sobre sistemas eléctricos, seguridad y compatibilidad medioambiental. El cumplimiento de estas normas garantiza no sólo la seguridad del usuario, sino también la posibilidad de obtener la homologación mundial de la máquina.
La base de este logro radica en un diseño y un concepto bien concebidos. Nuestros ingenieros no sólo se centran en maximizar la eficiencia de la máquina, sino también en incorporar aspectos críticos para la seguridad desde el principio.
Fiabilidad y seguridad
En el núcleo de toda barredora eléctrica se encuentran sus componentes de alta tensión (AT). La selección de los componentes y conjuntos adecuados es fundamental, ya que estos sistemas deben funcionar con eficacia y cumplir al mismo tiempo estrictos requisitos de seguridad, como la protección contra el sobrecalentamiento y los cortocircuitos. Este meticuloso proceso de selección garantiza que la máquina funcione de forma segura y fiable.
Como parte del proceso de homologación, todo el sistema de AT debe cumplir las normas ECE-R100. Estas pruebas normalizadas, establecidas por las Naciones Unidas, someten al sistema a una serie de rigurosas evaluaciones, entre las que se incluyen:
- Pruebas de choque térmico y ciclos
- Pruebas de vibración
- Evaluaciones de integridad mecánica
- Pruebas de resistencia al fuego
- Protección contra cortocircuitos externos
- Protección contra sobrecargas
- Prevención de descargas excesivas
- Protección contra sobrecalentamiento
- Protección contra sobrecorriente
Además, el sistema de gestión de la batería (BMS) de la Schmidt eCleango 550 ha sido sometido a exhaustivas pruebas. Las pruebas de carga son especialmente críticas, ya que garantizan la longevidad y fiabilidad del sistema de alta tensión.
Emisiones acústicas
Las barredoras eléctricas ofrecen ventajas significativas más allá de la reducción de emisiones de CO₂, incluyendo niveles de ruido drásticamente más bajos tanto para el conductor como para el entorno circundante. En lugar del zumbido de un motor diésel, lo único que oye el conductor es el suave barrido de los laboriosos cepillos. Y también es menos probable que los peatones noten la máquina debido a su funcionamiento silencioso.
Para cuantificar estas mejoras, se realizan complejas mediciones de la presión acústica. Estas pruebas evalúan el nivel de presión acústica dentro de la cabina del conductor y la potencia acústica emitida fuera de la máquina. Los resultados son impresionantes: La cabina insonorizada de la eCleango 550 proporciona a los conductores un lugar de trabajo silencioso y confortable.
Permanezca atento a la segunda parte: Entre bastidores del desarrollo de una barredora eléctrica. Digamos que se avecinan "pruebas a largo plazo"...